miércoles, 11 de noviembre de 2009

SOCIEDAD ESCLAVISTA

LOS FERRREREÑOS

PROFESOR: Yariv Enrique Lozano Medrano

ALUMNOS:
1. ALEJANDRO BAÑALES SANTOS
2. DANIEL CASTRELLON BERUMEN
3. RICARDO CASTRELLON VAZQUEZ (MOTOR)

ESCUELA: CENTRO DE BACHILLERATO TEGNOLOGICO INDUSTRIAL Y DE SERVICIOS #89

FECHA: 16 DE SEPTIEMBRE DEL 2009
III ELECTRONICA B



INTRODUCCION
Esclavitud es la situación en la cual un individuo está bajo el dominio de otro, perdiendo la capacidad de disponer libremente de sí mismo.
El fenómeno de la esclavitud se remonta a las civilizaciones antiguas. Históricamente se ha demostrado que su razón de ser radica en el fortalecimiento y sostenimiento de la actividad económica, ya que normalmente los esclavos eran empleados como mano de obra, aunque hay excepciones, como los jenízaros, o cierta tribu africana que raptan algunos individuos de otras tribus y los drogan con tal decaimiento de sus funciones que sólo son usados como instrumentos sexuales, haciendo tal menoscabo de su físico aún estando bien alimentados que acaban falleciendo.
Es de notar que en la naturaleza también se da la esclavitud, como ejemplo ciertas hormigas que roban ninfas de otras razas de menor tamaño y las hacen trabajar para su provecho.



DESARROLLO
La esclavitud en la antigüedad
La esclavitud era una situación aceptada y a menudo esencial para la economía y la sociedad de todas las civilizaciones antiguas. En la antigua Mesopotamia, India y China utilizaron esclavos en los hogares, en el comercio, en la construcción a gran escala y en la agricultura. Los antiguos egipcios los utilizaron para construir palacios reales y monumentos. Los antiguos hebreos también utilizaron esclavos, pero su religión les obligaba a liberar a los de su misma etnia en determinadas fechas. En las civilizaciones precolombinas (aztecas, incas y mayas) también se utilizaba a los esclavos en la agricultura y en el ejército.
En los poemas épicos de Homero, la esclavitud es el destino lógico de los prisioneros de guerra. Los filósofos griegos no consideraban la condición de esclavo como moralmente reprobable, a pesar de que Aristóteles proponía liberar a los esclavos fieles. En la antigua Grecia los esclavos, salvo raras excepciones, fueron tratados con consideración. Sin embargo, los ilotas de Esparta (descendientes de un pueblo conquistado y obligados a trabajar duramente en el campo y a luchar en los ejércitos espartanos) fueron tratados con severidad, principalmente debido a que se encontraban en mayor número que sus gobernantes. Por lo general los esclavos eran utilizados en el hogar, en el comercio, como trabajadores del campo y como marineros y remeros. Cuando trabajaban en el hogar normalmente el trato que recibían era muy familiar.
La esclavitud romana difería de la griega en varios aspectos importantes. Los romanos tenían más derechos sobre sus esclavos, incluido el legal sobre la vida y la muerte. La esclavitud también era mucho más necesaria para la economía y el sistema social de Roma, especialmente durante el periodo del Imperio, que en la antigua Grecia. Los romanos acomodados, que a menudo poseían grandes mansiones en la ciudad y en el campo, dependían de gran número de esclavos para mantener sus hogares y sus propiedades agrícolas. Las conquistas imperiales diezmaron los ejércitos romanos, de forma que se hizo necesario importar gran número de esclavos extranjeros para que realizaran el trabajo del campo. La principal fuente de esclavos era la guerra: decenas de miles de prisioneros de guerra fueron traídos a Roma como esclavos. Otras fuentes eran las personas convictas de crímenes graves y los deudores, que se vendían o vendían a miembros de su familia para pagar sus deudas.
La esclavitud en la edad media
La adopción de la religión cristiana como religión oficial por el Imperio romano y su posterior difusión durante la edad media por Europa y parte de Oriente Próximo supuso un intento de mejora de las condiciones de los esclavos, aunque no consiguió eliminar la práctica de la esclavitud. Después de la caída del Imperio romano, durante las invasiones bárbaras entre los siglos V y X, la institución de la esclavitud se transformó en un sistema generalmente menos vinculante conocido como servidumbre.
El islam en el siglo VII reconoció desde un principio la institución de la esclavitud, aunque el profeta Mahoma exhortaba a sus seguidores que tuvieran un trato correcto para con los esclavos. En términos generales, los esclavos de los árabes, que en su mayoría realizaban trabajos domésticos, eran tratados con consideración.
La esclavitud en la era moderna
La exploración de las costas de África, el descubrimiento de América por los españoles en el siglo XV y su colonización en los tres siglos siguientes impulsó de forma considerable el comercio moderno de esclavos. Portugal, que necesitaba trabajadores para el campo, fue el primer país europeo que cubrió su demanda de trabajo con la importación de esclavos. Los portugueses iniciaron esta práctica en 1444 y en 1460 ya importaban cada año de 700 a 800 esclavos procedentes de diferentes puntos de la costa africana. Éstos eran capturados por otros africanos y transportados a la costa occidental de África. Pronto España imitó esta práctica, aunque durante más de un siglo Portugal siguió monopolizando el comercio de esclavos africanos. Durante el siglo XV, los comerciantes árabes del norte de África enviaban esclavos de África central a mercados de Arabia, Irán e India.
En el siglo XVI los colonizadores españoles de Centroamérica obligaron a los indígenas a cultivar la tierra. Pero estos indígenas no estaban acostumbrados a vivir como esclavos y no podían sobrevivir en estas condiciones, en parte debido a su falta de inmunización contra las enfermedades europeas y a las duras condiciones de trabajo. Entonces se optó por importar a las colonias españolas esclavos africanos que se pensaba podrían soportar mejor el trabajo forzado bajo el clima de América Latina. La llegada masiva de esclavos a Brasil se inició en la segunda mitad del siglo XVI, pero ya en 1501 se registró la presencia de esclavos en Santo Domingo y otras islas del Caribe. La concesión de derechos en el tráfico de esclavos fue siempre una prerrogativa real.
A finales del siglo XVI, Inglaterra empezó a competir por el derecho a abastecer de esclavos a las colonias españolas, detentado hasta entonces por Portugal, Francia, Holanda y Dinamarca. A continuación las propias colonias inglesas compitieron por este mercado. En 1713 la British South Sea Compañía consiguió el derecho exclusivo de suministro de esclavos a las colonias españolas.
Los primeros esclavos africanos llegaron a Jamestown (Virginia) en 1619. Estos esclavos, traídos por los primeros corsarios ingleses, estaban sujetos a la llamada 'servidumbre limitada', una situación legal propia de los siervos blancos, negros e indígenas, que era precursora de la esclavitud en la mayoría de las colonias inglesas del Nuevo Mundo. Al principio el número de esclavos importados era pequeño, por lo que no pareció necesario definir su situación legal. Sin embargo, el reconocimiento legal de la esclavitud se produjo en Massachusetts en 1641, en Connecticut en 1650 y en Virginia en 1661, aunque estos estatutos se referían principalmente a los esclavos fugitivos.




Con el desarrollo en la segunda mitad del siglo XVII del sistema de plantaciones en las colonias del sur, el número de esclavos africanos importados como trabajadores del campo aumentó considerablemente y varias ciudades costeras del norte se convirtieron en centros de tráfico de esclavos. En las colonias del norte se solían utilizar los esclavos en el hogar y en el comercio y en las colonias del sur (donde la agricultura en las plantaciones era la ocupación principal) casi todos los esclavos eran utilizados para trabajar en ellas.
A medida que los esclavos africanos fueron adquiriendo una mayor relevancia en las colonias inglesas (especialmente en el sur, donde eran considerados fundamentales para la economía y la sociedad) se hizo necesario modificar la legislación correspondiente. En la guerra de la Independencia estadounidense (1776-1783) ya no eran siervos sino esclavos en el más amplio sentido de la palabra con una legislación que definía claramente su situación legal, política y social.
Los esclavos en Estados Unidos tenían algunos derechos, como el de asistencia en la vejez o en la enfermedad, el de una instrucción religiosa limitada y el de representación y defensa legal. La costumbre también confería a los hombres numerosos derechos (de propiedad privada, matrimonio, tiempo libre, capacidad de contratación) y a las mujeres un trabajo en el hogar o un trabajo liviano en la plantación que, sin embargo, el propietario no estaba obligado a respetar. En la práctica, los derechos humanos básicos a menudo no eran respetados. En ocasiones las esclavas eran violadas repetidamente por el dueño y se dividían las familias al vender a sus miembros a distintas plantaciones. Los malos tratos (como mutilación, marcado a fuego, encadenado y asesinato) estaban, en teoría, regulados o prohibidos por la ley, pero hasta el siglo XIX era muy frecuente el trato cruel hacia los esclavos.
Dinamarca fue el primer país europeo que abolió el comercio de esclavos en 1792, seguido de Gran Bretaña en 1807 y de Estados Unidos en 1808. En el Congreso de Viena de 1814, Gran Bretaña intentó convencer a otros países para que adoptaran políticas similares consiguiendo que casi todos los países europeos aprobaran una normativa al respecto o firmaran un tratado que prohibiera este tipo de tráfico. El Tratado de Ashburton de 1842 entre Gran Bretaña y Estados Unidos estableció el mantenimiento por parte de ambos países de fuerzas en la costa africana para vigilar el cumplimiento de la ley.
En 1845 la colaboración de las fuerzas navales de Inglaterra y Francia fue sustituida por el derecho mutuo de inspección de barcos para vigilar el cumplimiento de la normativa vigente. La limitación del suministro de esclavos condujo a una mejora de las condiciones de vida de los esclavos por parte de los dueños.
Los esclavos franceses obtuvieron la libertad en 1848 y los holandeses en 1863. La mayor parte de las nuevas repúblicas de Suramérica aprobaron la emancipación de los esclavos en sus actas de creación. Sólo en Brasil la esclavitud perduró hasta 1888.
En las guerras de independencia, la población negra en algunos países de la América española, se alineó simultáneamente del lado de los patriotas criollos, pero también formaron algunos contingentes en favor de los realistas. Así ocurrió en México, pero tanto el padre Miguel Hidalgo, como José María Morelos, proclamaron la abolición de la esclavitud y trataron de incorporar la población de origen africano a sus filas. En general, el proceso de abolición de la esclavitud, en los primeros años de las nuevas repúblicas, chocó con los intereses y las exigencias de las burguesías conservadoras, reacias a su aceptación.
En España, a pesar de repetidos intentos liberales, la abolición de la esclavitud sólo fue posible tras una serie de conflictos y tensiones especialmente en la Isla de Cuba, tras proclamarse la primera República, en 1872.

La esclavitud en el siglo XX
Un avance importante fue la celebración en 1926 de la Convención Internacional sobre la Esclavitud por parte de la Sociedad de Naciones. En esta convención se aprobó la supresión y prohibición del comercio de esclavos y la abolición de cualquier forma de esclavitud. Las propuestas surgidas de esta convención se confirmaron en la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada por las Naciones Unidas en 1948.
En 1951 un comité de las Naciones Unidas sobre la esclavitud informó que esta práctica estaba disminuyendo rápidamente y que sólo quedaban vestigios en algunas partes del mundo (Mauritania fue el último país en abolir la esclavitud en 1980). El comité informó asimismo que un gran número de personas vivían aún bajo formas de servidumbre similares a la esclavitud. Estos tipos de servidumbre incluían la peonía, abusos surgidos en la adopción de niños y la entrega de mujeres en matrimonio sin su consentimiento. En 1956, y por recomendación del Comité, se celebró en Ginebra una conferencia a la que asistieron 51 países. La conferencia decidió celebrar una convención adicional sobre abolición de la esclavitud, comercio de esclavos e instituciones y prácticas similares a la esclavitud, que complementase la Convención de 1926. Esta nueva convención condenó las formas de servidumbre similares a la esclavitud y estableció penalizaciones para el comercio de esclavos.





CONCLUSION
La esclavitud es un estado social definido por la ley y las costumbres como la forma más absolutamente involuntaria de servidumbre humana. Un esclavo se caracteriza porque su trabajo o sus servicios se obtienen por la fuerza y su persona física es considerada como propiedad de su dueño, que dispone de él a su voluntad. Desde los tiempos más remotos, el esclavo se definía legalmente como una mercancía que el dueño podía vender, comprar, regalar o cambiar por una deuda, sin que el esclavo pudiera ejercer ningún derecho u objeción personal o legal. A menudo existen diferencias étnicas entre el tratante de esclavos y el esclavo, ya que la esclavitud suele estar basada en un fuerte prejuicio racial según el cual el grupo étnico al que pertenece el tratante es considerado superior al de los esclavos. Es muy raro que los esclavos sean miembros del mismo grupo étnico que el dueño, pero una de las pocas excepciones se dio en Rusia durante los siglos XVII y XVIII.
La práctica de la esclavitud data de épocas prehistóricas, aunque su institucionalización probablemente se produjo cuando los avances agrícolas hicieron posible sociedades más organizadas en las que se necesitaban esclavos para determinadas funciones. Para obtenerlos se conquistaban otros pueblos, algunos individuos se vendían o lo hacían con miembros de su familia para pagar deudas pendientes, o se esclavizaba como castigo a los delincuentes.



Los conquistadores buscaban a hombres de aldeas cercanas para utilizarlos como esclavos tratándolos de una forma inhumana para satisfacer sus necesidades domesticas sin darles nada a cambio excepción de un poco de alimento para su subsistencia.



En Egipto los faraones utilizaban a los esclavos como maquinas de construcción para expandir su imperio sin importarles su integridad física tratándolos como tales (eran golpeados comúnmente con un látigo).



Por ejemplo en el imperio romano utilizaban a los esclavos como una forma de entretenimiento metiéndolos a un coliseo para asesinarse entre ellos y así los espectadores pudieran divertirse en las fiestas del imperio, estos gladiadores eran comprados por los mismos organizadores de los juegos.



En las mujeres la esclavitud no era diferente a la de un hombre ya que ellas también eran utilizadas como objetos de carga y aparte tenían que cargar a sus hijos y ellas también eran utilizadas como objetos sexuales.



Objeto que utilizaban los dueños para mantener al individuo en un solo lugar para no estarlo cuidando mientras que el esclavo hacia lo ordenado y para no poder escapar.


Aun en el siglo XXI existe la esclavitud ya que las personas son explotadas y reciben pocas recompensas y derechos. Aunque esto ya no sea tan duro como en la antigüedad.

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